San Miguel Arcángel
Jesús, evidentemente alude a la caída de Lucifer cuando dice: “veía a Satanás caer del cielo…” Lc 10-18
San Juan en el Apocalipsis nos descubre la escena imponente del combate en el cielo entre San Miguel y Lucifer, entre los ángeles buenos y demonios. …..
“Una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatían contra el dragón, el dragón combatía junto a sus ángeles, pero no prevalecieron y no hubo más lugar en el cielo para ellos. El dragón más grande, la serpiente antigua, aquel que es llamado diablo, es Satanás que seduce toda la tierra habitada, fue precipitado a la tierra y junto con él también a sus ángeles.” Apoc 12, 7-9
Bossuè comenta estos textos sagrados: “Cuidado a la criatura que no quiere estar unida a Dios, fijándose a sí mismo, se separa de la fuente de su ser, de su perfección, de su felicidad. Este soberbio que se hizo dios de sí mismo puse en revolución el cielo y Miguel gritó: “¿quién es como Dios?” De esto le vino el nombre de Miguel. Como si dijera ¿quién es aquel que quiere parecer otro dios?... pero no hay que un sólo Dios, unámosnos todos juntos y digamos: quién es parecido a Dios y verán en un sólo instante quién es este falso dios que quería ser adorado. Dios lo golpeó y él cayó con sus ángeles, sus imitadores. El cayó y en su caída conserva todo su orgullo, porque el orgullo deberá ser su suplicio.
Bossuè, Sur le demons
La Visión de Papa León XIII y la oración a San Miguel Arcángel
El 13 de octubre de 1884, León XIII terminó de celebrar la Santa Misa en la capilla vaticana. Se quedó inmóvil por 10 minutos.
Después, se precipitó hacia su oficina sin dar ninguna explicación a quién estaba a su lado y que lo había visto ponerse lívido. León XIII compuso inmediatamente una oración a San Miguel Arcángel, dando instrucciones para que fuese recitada en todas partes al final de la Misa. Luego, el Papa dará su testimonio, contando (sintéticamente) de haber oído a Satanás y a Jesús y de haber tenido una visión terrible del infierno: “he visto la tierra rodeada de las tinieblas y de un abismo, he visto salir legiones de demonios que se expandían por el mundo para destruir las obras de la Iglesia y atacar a la misma Iglesia que la he visto reducida en extremo. Entonces apareció San Miguel e expulsó los espíritus malignos al abismo. Luego he visto a San Miguel Arcángel intervenir no en aquel momento, pero mucho más tarde, cuando las personas hubiese multiplicado sus oraciones fervientes hacia el Arcángel”.
En 1994, el Papa Juan Pablo II ha pedido que esta oración se haga actual: “que la oración nos fortifique para la batalla espiritual…Papa León XIII ha ciertamente tenido un vivo llamado de atención por esta escena cuando introdujo en toda la Iglesia una oración especial a San Miguel Arcángel… Pido a todos de no olvidarla y de recitarla para obtener ayudo en la batalla contra las fuerzas de las tinieblas y contra el espíritu de este mundo”.
La gruta del Santuario de San Miguel Arcángel en el Gargano
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y las acechanzas del demonio.
Que Dios lo domine, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
con el poder que Te viene de Dios, encadena
en el infierno a satanás y a los otros espíritus
malignos que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén
León XIII