Emilio Chávez, Boyton Beach, Florida, USA

Buenos Aires

Emilio llegó al Foyer Unitas por Adolfo, donde vivíamos junto a otros 8 estudiantes de Pontificas Universidades en Roma.  Abogado, cubano viviendo en Miami desde pequeño, visitaba a su amigo teólogo que hacía su Licenciatura en teología moral en el Alfonsianum.  Ahí empezó nuestra amistad, que ha perdurado por 24 años…  Tres años más tarde, cuando fui a trabajar a Miami, Emilio me presentó a “la viejita” una ucraniana, nacida en Mongolia, viuda de un oficial de la Marina USA, que alquilaba un cuarto en su casa de Key Biscayne.  Un año más tarde, Emilio venía a vivir, luego de una experiencia vocacional con los Carmelitas,  al departamento adyacente que también formaba parte de la casa;  así, nuestra amistad se afianzó.  Conversamos mucho, nos ayudamos mucho y nos acompañamos bastante. 

Roma

Emilio luego de unos años de ejercer el derecho, tuvo la valentía de optar por su verdadera vocación: la Teología Bíblica.  Yo lo escuché en una de sus clases en la parroquia de Key Biscayne, cuando aún ejercía de abogado: su conocimiento del griego y hebreo era sorprendente pero más aún su pasión por la Palabra de Dios.  Pasión que es búsqueda honesta e incansable de vivir en Dios.  No le importó tomar el riesgo de dejar profesión, un sueldo seguro y un prestigio (es abogado graduado de Harvard) para incursionar como un estudiante más en la Universidad Gregoriana para hacer su Licenciatura en Teología Bíblica.  ¡Luego haría su doctorado en sólo un año en el Angelicum! Ha dedicado 15 años de su vida a la enseñanza de biblia a  seminaristas y diáconos de la Florida.  Es un “luchador contra Dios”, como se define…siguiendo el episodio de Jacob; ciertamente es un hombre que busca la coherencia de vida en forma admirable… Pero lo que más me gusta de nuestra amistad es que me llama: ¡Fío, Fío o Fifo!