Francisco Maciel, Córdoba, Argentina
A Francisco lo “detecté” grabando una conferencia dada por un Jesuita Chileno Carismático en una casa de retiro en San Antonio Arredondo, Córdoba, en 1986. Al final le pedí la grabación. No nos volvimos a ver hasta muchos meses más tarde en otro retiro dado por el mismo sacerdote. Sabíamos al menos uno del otro que vivíamos en el mismo barrio. Al poco tiempo empezamos junto a otras buenas mujeres de nuestra parroquia, un cenáculo de oración siguiendo las indicaciones del P. Gobbi. Yo partí. Y a lo largo de los años siguientes nos íbamos encontrando esporádicamente. En una de esas ocasiones compartimos largamente sobre nuestro deseo profundo: deseo de comunidad espiritual. En esos días me había contactado Gloria Sitler para empezar Soledad Mariana en Córdoba. Invité a Francisco a formar parte del grupo.
Francisco es el caballero que habla poco (su formación es en física e ingeniería mecánica), sin embargo está siempre presente para dar un consejo, en socorrer en una necesidad y en iluminar un tema desde la sabiduría de Dios. Su vocación al sacerdocio en su juventud, luego de una fuerte conversión a través de las apariciones de la Virgen María del Rosario de San Nicolás, Rosario, selló su vida en Dios. Es un amigo fiel con una sonrisa siempre en los labios. ¡Es una bendición tenerlo cerca!
Querida Silvana,
Quiero agradecerte tu recibimiento en esta pequeña comunidad y hacerme partícipe de ella y de los escritos que nos envías. Dios te bendiga y acreciente entre nosotros estos lazos fraternos en Jesús, María y San José.
Un fuerte abrazo.
Tu hermano, Francisco 1.11.13