San Maximiliano Kolbe

 

Patrono de nuestro difícil siglo

El día de la canonización Papa Wojtyla en la homilía lo definió “santo mártir”, patrono especial para nuestros difíciles tiempos y patrono de nuestro difícil siglo y “mártir de la caridad”.  En la ceremonia estaba presente Francisco Gajowniczek, el hombre que había sido salvado por Maximiliano Kolbe en el campo de concentración.

 

María Inmaculada

Al centro de su espiritualidad puso la figura de la Inmaculada, mediadora entre el hombre y Dios, a quién entregarse con amor y confianza: “A Jesús por María”.

“Encomiéndate en todo a la Divina Providencia a través de la Inmaculada y no te preocupes de nada.”

“La Inmaculada, Mediadora de todas las gracias”, porque, escribe p. Kolbe, “un alma compenetrada de amor hacia Ella opondrá ciertamente una resistencia a la obra de depravación…”

“Tal objetivo se puede ver también en la oración: “Oh María concebida sin pecado, reza por nosotros que recurrimos a ti, especialmente por los masones.” (…) “entregaba la medalla (milagrosa) y muchos se confesaban”.  (*PATAVINA SEU CRACOVIENSIS, Beatificationis et Canonizationis Servi Dei Maximiliani M. Kolbe Sacerdotis professi Ordini Fratrum Minorum Conventualium, Positio Super Virtutibus, vol. II, Postulatio Generalis O.F.M. Conv., Romae 1966, p. 214.)

 

Sólo el amor crea

Al médico oficial nacista que le aplicó la inyección mortal en el brazo, el padre Kolbe dijo: “Usted no ha entendido nada de la vida…”, y mientras el oficial lo miraba en forma interrogativa, prosiguió: “el odio no sirve para nada… ¡Sólo el amor crea!”.  Sus últimas palabras, extendiendo el brazo, fueron: “Ave María”.